La industria de la construcción, tradicionalmente anclada en procesos físicos y presenciales, atraviesa una transformación estructural. El comercio electrónico ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una necesidad estratégica que garantiza la rentabilidad y la competitividad de quienes participan en este sector.
El cambio es global y sus cifras lo demuestran. De acuerdo con Statista, para 2025 las ventas en línea de materiales de construcción alcanzarán los 117 mil millones de dólares a nivel mundial. Actualmente, el 32 % de los ingresos del sector ya proviene de canales digitales, mientras que el 45 % de las empresas obtiene hasta un 40 % de sus ingresos por esta vía. Estos datos reflejan no solo una tendencia en crecimiento, sino la consolidación de un nuevo modelo de negocio.
El avance del eCommerce responde a la necesidad de resolver ineficiencias en la cadena de valor. Los procesos tradicionales de compra implicaban llamadas, cotizaciones y visitas que generaban sobrecostos y retrasos. El canal digital concentra todo en una sola plataforma, simplificando la experiencia. A su vez, la falta de transparencia —un dolor recurrente del modelo físico— se resuelve al ofrecer información en tiempo real sobre precios y disponibilidad. Finalmente, la logística, históricamente compleja y costosa, encuentra soluciones en el comercio electrónico que permiten optimizar rutas y entregas, reduciendo en algunos casos hasta 42 % los tiempos de entrega.
No obstante, el eCommerce no solo corrige problemas, también crea valor. Permite eficiencia y reducción de costos gracias a procesos centralizados y automatizados; mejora la experiencia del cliente con disponibilidad 24/7, catálogos completos y seguimiento en tiempo real; y elimina barreras geográficas, facilitando el acceso a nuevos mercados.
Los principales beneficiarios de esta transición digital son quienes gestionan múltiples proyectos: arquitectos, contratistas y maestros de obra independientes. Para ellos, la posibilidad de solicitar materiales desde la obra, consultar especificaciones técnicas o coordinar entregas sin necesidad de desplazarse representa una ventaja significativa. Digitalizar procesos significa ganar tiempo, control y mejores resultados.
El reto no es menor. La digitalización requiere inversión, capacitación y, sobre todo, un cambio cultural capaz de romper inercias y paradigmas. No basta con abrir un canal en línea: se necesita una visión integral que abarque desde la gestión de inventarios hasta la atención al cliente, pasando por la seguridad en pagos y la optimización de la última milla. Solo así, el eCommerce podrá cumplir su verdadero potencial como motor de transformación en la industria de la construcción.



