El auge que trajo el Tren Maya a Quintana Roo impulsó de manera significativa la industria de la construcción durante los últimos años. Sin embargo, hoy el sector atraviesa un escenario complejo: cierres de empresas, pérdida de empleos y el riesgo de un mayor encarecimiento de insumos clave como el acero, aluminio y cobre.
De acuerdo con información publicada por El Economista, Ulises Morales, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en el estado, señaló que al menos 60 empresas han cerrado en los últimos meses, lo que equivale al 12% de los más de 500 afiliados a la Cámara.
Además, en lo que va de 2025, la industria ha registrado cuatro meses consecutivos de caída en su valor, colocándose un 17% por debajo del nivel que alcanzó en 2024. Esto ha provocado también una contracción en la generación de empleos: el sector reporta alrededor de 15% menos plazas en comparación con el año anterior, una cifra alarmante considerando que la construcción es la segunda fuente de empleo más importante en Quintana Roo.
Incertidumbre internacional y presión en costos
Un factor que podría agravar la situación son los aranceles que Estados Unidos ha anunciado contra México. Aunque aún no se han confirmado, la sola expectativa ha provocado un alza en los precios de insumos básicos, en algunos casos de doble dígito. La industria teme que, de concretarse, el golpe sea aún más fuerte en los próximos meses.
Un respiro desde el gobierno estatal
Dentro de este panorama negativo, hay señales de alivio. El paquete de 1,100 domos escolares que planea construir el gobierno del estado representa una oportunidad para la industria local. Morales destacó la importancia de que estas obras se adjudiquen a pequeñas y medianas empresas (Pymes), que constituyen más del 90% de la CMIC en Quintana Roo y que son un motor clave para el empleo y la economía regional.
La construcción en Quintana Roo vive un momento decisivo. Tras el impulso del Tren Maya, el reto ahora es mantener la estabilidad del sector con proyectos que fomenten la participación de Pymes locales y fortalezcan la proveeduría interna, mientras se enfrenta la incertidumbre global.
Lo que ocurra en los próximos meses será determinante para el rumbo de la industria y, sobre todo, para miles de familias que dependen de ella.
📌 Fuente: El Economista
