Bahía de Banderas, Nayarit, 31 de julio de 2025.– Con la presencia de autoridades federales, estatales y municipales, inició oficialmente la construcción del puente vehicular Amado Nervo, una de las obras de infraestructura más relevantes para el occidente del país en los últimos años.
Este proyecto no solo busca mejorar la movilidad entre Bahía de Banderas (Nayarit) y Puerto Vallarta (Jalisco), reduciendo en 25 minutos los tiempos de traslado, sino que también representa un impulso estratégico para la economía regional, el turismo y la generación de empleo.
Un puente con impacto regional
El puente Amado Nervo será una estructura de 800 metros de longitud y seis carriles, con una inversión de 900 millones de pesos. Se estima que genere 2,700 empleos directos e indirectos durante su construcción y que concluya en noviembre de 2026.
Más allá de los números, la relevancia de este proyecto radica en su capacidad de fortalecer la conectividad entre dos estados clave para el desarrollo turístico y comercial de México. Tanto Nayarit como Jalisco forman parte de un corredor con alto potencial de inversión, y contar con infraestructura moderna es un paso decisivo para atraer capital, detonar la competitividad y garantizar un crecimiento sostenible.
El secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Antonio Esteva Medina, destacó que el puente no será de cuota, lo que representa un enfoque social: “Se trata de garantizar el derecho a la movilidad eficiente y segura para todas las comunidades.”
Por su parte, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, subrayó la visión compartida con el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: “Este puente es símbolo de unión, voluntad política y trabajo conjunto, porque Nayarit y Jalisco somos parte de un todo llamado México.”
Un detonador para la economía y el turismo
El occidente mexicano vive un proceso de consolidación como uno de los destinos más atractivos para el turismo internacional. Ciudades como Puerto Vallarta y Riviera Nayarit reciben cada año a millones de visitantes, lo que demanda infraestructura que soporte este crecimiento.
Además del turismo, la obra generará beneficios directos en:
– Comercio y logística: al reducir costos de transporte y tiempos de traslado.
– Desarrollo inmobiliario y urbano: atrayendo nuevas inversiones a la región.
– Integración social y cultural: facilitando la movilidad entre comunidades vecinas.
¿Dónde entra GFL en este panorama?
Para que obras de esta magnitud sean posibles, se requiere más que planeación y voluntad política: la industria de la construcción necesita contar con equipo, maquinaria y soluciones financieras que aseguren la ejecución en tiempo y forma.
En este sentido, GFL se posiciona como un aliado estratégico al ofrecer soluciones financieras especializadas para la industria de la construcción, facilitando:
– Arrendamiento y financiamiento de equipo para proyectos de gran escala.
– Esquemas flexibles que permiten optimizar flujos de capital.
– Apoyo a constructoras y contratistas para incrementar su competitividad en licitaciones públicas y privadas.
– Acceso a tecnología de última generación para mejorar la eficiencia en obra.
La experiencia de GFL en acompañar proyectos de infraestructura le permite convertirse en un socio confiable para constructoras que buscan crecer y participar en obras de impacto nacional como el puente Amado Nervo.
Un puente hacia el futuro
El inicio de esta obra simboliza más que la construcción de una estructura: representa la capacidad de México para invertir en infraestructura que promueve el desarrollo sostenible y la integración regional.



